La teoría de la evolución ¿es ciencia?

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En tres artículos anteriores (este fue el último) he escrito aproximadamente este párrafo:

La teoría científica de la evolución está fuertemente contrastada con datos de otras ciencias, como la embriología, la anatomía comparada, la paleontología, la biogeografía, o la biología molecular (el análisis del ADN).

Como, a pesar de todo, sigue habiendo quien duda del carácter científico de esta teoría, en este artículo voy a desarrollar el párrafo anterior, explicando con un poco más de detalle en qué datos científicos se apoya.

1.      Datos basados en la embriología: Poco después de que Darwin planteara su teoría de la evolución basada en la selección natural, uno de sus seguidores (el naturalista y filósofo alemán Ernest Haeckel) formuló la teoría de la recapitulación, que puede expresarse así: La ontogenia recapitula la filogenia. La palabra ontogenia significa el desarrollo de un ser vivo a lo largo de su vida. La palabra filogenia significa la historia evolutiva de su especie. Hoy se rechaza la teoría de Haeckel, que se considera demasiado simplista, pero se acepta en forma modificada, como dice la Wikipedia: la biología moderna reconoce numerosas conexiones entre la ontogenia y la filogenia, pero las explica a partir de la teoría de la evolución, sin necesidad de recurrir a los puntos de vista de Haeckel, y las considera, precisamente, como evidencias de [la] teoría [de la evolución]. Entre los argumentos clásicos está el hecho de que los embriones de los mamíferos pasan por un estadio en el que tienen arcos branquiales como los de los peces, que luego desaparecen, y notocordios, como los antepasados de los vertebrados, que en seguida se transforman en la columna vertebral. O las ballenas, que durante su desarrollo embrionario tienen patas y gérmenes dentarios, que luego se reabsorben. Y muchos más.

Richard Owen

2.     Datos basados en la anatomía comparada: Richard Owen, contemporáneo de Darwin, distinguió entre órganos análogos y órganos homólogos. Son análogos los órganos cuyo origen es diferente, pero que al tener la misma función han evolucionado hasta adquirir la misma forma (véase este artículo reciente). Por ejemplo, son análogas las aletas de los peces, las de los reptiles nadadores de la era Mesozoica, y las de los cetáceos. Órganos homólogos son los que tienen el mismo origen, pero a los que la evolución ha llevado a tener funciones muy diferentes, y por tanto a diferir completamente en su forma. Por ejemplo, son homólogos nuestros brazos, las patas anteriores de los cuadrúpedos, las aletas pares de los cetáceos, las alas de las aves, las de los murciélagos, y las de los reptiles voladores de la era Mesozoica. La existencia de órganos análogos, homólogos y atrofiados es un argumento muy fuerte en favor de la teoría de la evolución.

3.      Datos basados en la paleontología: Desde el siglo XIX, cuando esta ciencia comenzó a desarrollarse gracias al descubrimiento de numerosos fósiles, se detectaron varias cadenas evolutivas, que señalaban la existencia de líneas de fósiles que fueron evolucionando a lo largo del tiempo en una dirección determinada. Una de esas líneas seguía la evolución de las patas de los équidos durante el periodo terciario, comenzando por las especies con cuatro dedos (Eohippus y Orohippus), con tres dedos (Mesohippus, Miohippus e Hyohippus), con un dedo principal y dos vestigiales (Neohipparion) y con un solo dedo (Pliohippus y Equus, estos últimos son los caballos modernos). Aunque hoy se piensa que la evolución no tuvo lugar de forma lineal, porque lo que hubo fue una ramificación múltiple, en el siglo y medio transcurrido desde entonces los hallazgos de nuevos fósiles han ido llenando huecos y han dado el espaldarazo a la teoría de la evolución. Muchos de estos hallazgos pueden considerarse validaciones de la teoría, porque habían sido previstos.

4.      Datos basados en la biogeografía: Esta ciencia, que estudia la distribución geográfica de las distintas especies de seres vivos, no sólo proporciona un apoyo importante a la teoría de la evolución, sino también a la geología, pues permite inferir la forma que adoptaron los continentes en épocas pasadas. Por ejemplo, el grupo de los peces pulmonados llamados dipnoos está compuesto por tres familias cada una de las cuales existe sólo en una parte del mundo: los Ceratodontidae en Australia; los Lepidosirenidae en América del sur; y los Protopteridae en África. Las tres familias tienen, evidentemente, un origen evolutivo común, y su presencia en esas tres regiones biogeográficas es un indicio en favor de la teoría según la cual África, América del Sur y Australia (además de la Antártida y la India) formaron hace cientos de millones de años un solo supercontinente, al que se ha dado el nombre de Gondwana. Las diferencias entre las tres familias son indicio de que han evolucionado a partir de ancestros comunes después de que los continentes se separaron. Existen muchísimos datos de este estilo, pero este no es el lugar adecuado para enumerarlos.

5.      Datos basados en la biología molecular: Esta es la ciencia más reciente que ha proporcionado datos en favor de la teoría de la evolución. El análisis del ADN de diversas especies vivas y la comparación de sus genomas ha hecho posible construir una versión del árbol de la vida que no está basado en comparaciones visuales de los grupos de animales, sino en su ADN, para averiguar qué especies están emparentadas entre sí y cuáles no. La combinación de estos datos con los de las ciencias mencionadas antes proporciona un conjunto abrumador de datos en favor de la teoría de la evolución, que ningún científico serio pone ya en duda.

Por supuesto, quedan muchos misterios sin resolver en la forma actual de la teoría de la evolución. Eso ocurre en todas las ramas del saber. A pesar de la acumulación de los conocimientos científicos, cada nuevo descubrimiento abre campos nuevos e introduce incógnitas no previstas anteriormente, que hacen que la investigación científica sea un proceso sin fin. En un artículo anterior enumeré algunos de estos misterios.

En el próximo artículo contestaré a algunos de los argumentos que suelen emplear contra la teoría de la evolución quienes no son biólogos expertos.

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Manuel Alfonseca

18 comentarios:

  1. Manuel, traes un tema muy interesante. Espero tu próximo artículo, como nos anuncias, con algunas de las críticas a la precisión científica de la teoría de la evolución.

    Sin negar ninguno de los valores científicos de la teoría de la evolución que tú apuntas aquí, a veces damos por sentado que el neodarwinismo ya nos resuelve todos los misterios de la vida, pero cuando lo comparamos con la física o la química, algo no encaja. La teoría de la evolución, e incluso la biología, carecen de leyes universales como la relatividad o la mecánica cuántica. La evolución enhebra los datos que recoge del pasado pero no parece predecir nada. ¿Es todo simplemente azar y necesidad? Sin embargo, no todo es posible en el marco de la vida. Como apuntabas en tu artículo pasado sobre las teorías de la evolución convergente, hay señales de que no todo es tan aleatorio. Muchas cosas no son posibles en la evolución; de hecho, casi todo es imposible, salvo unas pocas rutas viables. En diferentes lugares y especies, la evolución parece llegar a soluciones similares, como si estuviera guiada por caminos estrechos y repetitivos (hay quien sugiere que la actual teoría es como el modelo de la gravitación de Newton, que espera a otra que explique mejor las causas que subyacen a las fuerzas de la evolución).

    La célula, con toda su complejidad, supera cualquiera de nuestras tecnologías más avanzadas (su hardware… ¡y su software!). ¿Como surge la vida en primera instancia? En los seres multicelulares, la epigenética, el desarrollo del embrión, apunta a que en la vida hay factores que aún no se explican sólo con química y física. La conciencia: ¿es solo un producto de la materia? ¿O hay algo más? Sea como sea, hay una sensación que persiste: algo profundo no termina de encajar.

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    1. Que la biología es una ciencia menos dura que la física es bien sabido. Que el origen de la vida es un misterio es algo que hasta los biólogos ateos reconocen. Decir que todo es simplemente "azar y necesidad" no es ciencia, es filosofía, o incluso diría yo, ideología.

      Lo que yo sostengo es que azar y diseño son indistinguibles por la ciencia, como he señalado en otros artículos. Decir que todo ocurre por azar, sin intervención alguna de la Providencia, es una afirmación sin base científica. Pero tampoco estoy de acuerdo con que "la ciencia puede demostrar que Dios interviene en la evolución", como sostienen (más o menos explícitamente) los partidarios de la teoría mal llamada "diseño inteligente". Ambas posturas son indemostrables.

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  2. La evolución no implica azar eso se puede interpretar por azar o intencionado

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  3. Ok ambas son compatibles entendido

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  4. Pero la expresión atea de que dios es sobrenatural no me cuadra para los creyentes si dios hizo el universo por medio de las fluctuaciones cuánticas del vacío o como haya sido dios no es sobrenatural es un adjetivo descalificativo para ateos decir que dios es una tontería pero si dios hizo la naturaleza según el punto de vista creyente entonces no es sobrenatural como si fuera raro si sobrenatural por estar por encima pero es que aveces se usa la expresión sobrenatural como magia pero para los creyentes lo que hiciera dios como dios sería algo normal

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    1. Bruno, no se haga un lío con el significado de las palabras. En este contexto, "Naturaleza" es un sinónimo del universo. Dios está fuera del universo y además lo ha creado, por lo que está "fuera y por encima de la Naturaleza", luego es "sobrenatural".

      "Por encima", en este contexto, no tiene connotaciones espaciales, sino de importancia.

      Vea lo que dice el diccionario RAE sobre la definición del adjetivo "sobrenatural": "Que excede los términos de la naturaleza."

      En cuanto a que Dios creó el universo como fluctuación cuántica del vacío, esa es una teoría no científica inventada por los ateos para escapar del origen del universo en el Big Bang. Hablé de ello en este artículo: ¿Hay energía en el universo?

      Pero aunque fuera verdad que el universo ha surgido así, ¿de dónde salió ese vacío? El problema de la creación sigue pendiente. Los ateos no saben mucho de filosofía y lo demuestran cada vez que se salen de su campo.

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  5. Eso es porque algunos científicos consideran que la ciencia tiene que acabar con la transcendencia la espiritualidad etc y los ateos dicen que ellos son la ciencia en vez de decir simplemente no creo en dios y ya está

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  6. Estimado sr. Alfonseca.
    En el artículo anterior indica que "La teoría de la evolución afirma que la transformación de las especies depende de cinco factores". Pero de los 5 factores, 2 son "variaciones espontáneas..."
    ¿No sería más correcto hablar simplemente de herencia (factor 3), selección natural (factor 4) y leyes básicas del universo (factor 5)?
    Si la teoría de la evolución, entendida como transformación entre especies, tiene una dependencia tan alta de datos desconocidos, ¿no es algo prematura su formulación?
    Atentamente.

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    1. ¿Cree usted que un factor aleatorio no debe ser considerado? Entonces supongo que dirá también que el bombo de la lotería no tiene ninguna influencia en el resultado del sorteo, porque su intervención es aleatoria.

      Si no hubiera mutaciones no habría evolución, luego es un factor que interviene en ella.

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    2. Estimado sr. Alfonseca

      Creo que "variaciones espontáneas" es una forma elegante de decir "no sé qué es lo que ocurre".

      Yo no he dicho que no hay mutaciones. Digo que si las mutaciones se producen por "variaciones espontáneas", significa que no sabemos la razón por la que se producen esas mutaciones.

      Atentamente.

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    3. Se equivoca. Sabemos la razón por la que se producen las mutaciones. Por la acción de agentes mutágenos: sustancias químicas, rayos cósmicos, radiaciones ionizantes, y muchos más. Lo que no sabemos, y ahí está la aleatoriedad, es cuándo y dónde actúan.

      Una forma típica de oponerse a la teoría de la evolución es decir que no sabemos casi nada. Esto no es verdad. Sabemos mucho. Pero la aleatoriedad es inevitable, como lo es en el resultado de la lotería.

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    4. Estimado sr. Alfonseca

      Si no sabemos cuándo y dónde actúan las mutaciones, no podemos decir que sabemos la razón por la que se producen. Podremos decir que, sobre las mutaciones, hay cosas que sabemos (todas las que usted dice) y cosas que no sabemos (todas las que usted dice).

      No sé si es necesario aclararlo, pero por si acaso, le aseguro que no me opongo, por principio, a la teoría de la evolución (siempre que no incluya el alma humana). Por otra parte, soy un absoluto ignorante en estos temas, así que nunca se me ocurriría decir que "sobre estos temas no sabemos casi nada" porque el que no sabe "casi nada" soy yo.

      Respecto al ejemplo de la lotería, si no podemos anticipar el resultado es porque no somos capaces de conocer todas las variables que entran en juego.

      Atentamente.

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    5. Exacto. Usted lo ha dicho: si no podemos anticipar el resultado es porque no somos capaces de conocer todas las variables que entran en juego. ¿Por qué cree que puse el ejemplo de la lotería? Vivimos bajo una lluvia continua de rayos cósmicos (por citar un caso) cada uno de los cuales puede producir mutaciones, pero no sabemos por dónde pasa (a menos que tengamos un detector de rayos cósmicos) ni en qué momento exacto.

      Otra cuestión es si se trata de azar epistemológico (no podemos saber, pero si tuviéramos más información lo sabríamos todo) u ontológico (no podemos saber aunque tengamos toda la información). Escribí sobre eso en otro artículo de este blog: Distintos tipos de azar.

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    6. Estimado sr. Alfonseca

      He leído su artículo "Distintos tipos de azar" y reconozco que de la mitad en adelante, soy incapaz de comprenderlo. Lo de mi ignorancia era cierto, no una figura retórica.

      Aunque (saliéndonos del tema), no tengo muy claro si el ejemplo que Monod pone de "azar físico" es válido. Tal y como lo describe, podría ser "epistemológico", aunque al introducir en él a seres humanos, desaparece (en muchos casos) la posibilidad de predecir, no por la complejidad de la acción, sino por la libertad del ser humano. En definitiva, meter al ser humano en un ejemplo de azar no ayuda a distinguir bien entre ambos tipos de azar (el ser humano puede actuar de forma predecible y de forma impredecible, pero no siempre resulta fácil deducir la forma utilizada).

      En cualquier caso, creo que tiene razón en que las "Variaciones espontáneas del medio ambiente" deben ser admitidas tal cual. Pero respecto a las "Variaciones espontáneas del genoma", lo siento. Sigo pensando que una respuesta más adecuada sería: no sabemos todavía explicar completamente cómo funciona esto. Entiendo que puede que no haya una diferencia cualitativa entre ambas variaciones (o quizás sí, no lo sé), pero si el genoma es una cadena de instrucciones, creo que aspirar a algo más preciso no iría en detrimento de ninguna teoría científica.

      Atentamente.

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    7. El ejemplo clásico de azar físico es la interpretación de Copenhague de la mecánica cuántica. Cuando se realiza la medida, no se puede predecir cuál va a ser el resultado entre los dos posibles.

      Cierto, un genoma es una cadena de instrucciones, es el "disco duro" de la célula. Pero sí sabemos explicar cómo funcionan las mutaciones: lo que no sabemos es cuándo y dónde (en la cadena) se producen. El mecanismo es perfectamente conocido, como el de la lotería. ¿O me va usted a decir que no sabemos cómo funciona la lotería porque no podemos predecir el resultado?

      Pero estamos empezando a repetirnos.

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    8. Estimado sr. Alfonseca

      En primer lugar, le pido disculpas porque, salvo la primera vez, el resto de mis respuestas iban como "anónimo" (se me olvidó poner el nombre).

      En segundo lugar, como señala que empezamos a repetirnos, no voy a insistir más sobre el tema.

      Pero como última respuesta mía, creo que decir: "sí sabemos explicar cómo funcionan las mutaciones" y a continuación añadir "lo que no sabemos es cuándo y dónde (en la cadena) se producen" es (por lo menos en parte) contradictorio.

      Atentamente.

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    9. No hay problema. Deduje fácilmente de quién eran los comentarios :-)

      "Sabemos explicar cómo funciona el bombo de la lotería. Lo que no sabemos es qué bola va a salir." ¿Es eso contradictorio?

      Pero, como le he dicho, nos estamos repitiendo.

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