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En varios artículos he señalado que es imposible demostrar
científicamente que Dios existe, como también es imposible demostrar
científicamente que Dios no existe. La razón es que el objeto de la
investigación científica es el mundo material, y Dios no es parte de ese mundo,
y por tanto está fuera del alcance de la ciencia.
En un
artículo anterior critiqué un libro que intentaba hacer lo primero, desde
el punto de vista de autores creyentes. En este voy a criticar otro libro que
intenta hacer lo segundo, desde el punto de vista ateo. Se trata de M-E:
The God Within, cuyo autor es Joseph R. Abrahamson.
Aunque el autor dice que se apoya en los principios de la lógica y del método científico, comete errores importantes que indican que no conoce a fondo esas disciplinas. El argumento que presenta como demostración de que Dios no existe, aunque no aparece explícitamente en el libro, está difuso en él, se deduce de su lectura y puede resumirse así:
1.
No existe más que este universo y en él no hay más que materia y
energía (postulado).
2.
Si Dios existe, tiene que ser parte del universo (lo deduce de 1).
3.
La mecánica cuántica introduce incertidumbres inherentes.
4.
No existen verdades absolutas (¡lo deduce de 3!).
5.
Dios es la Verdad Absoluta (definición).
6.
Conclusión: Luego Dios no existe (lo deduce de 2,
4 y 5).
7.
Corolario: quien ha leído este libro y no está de acuerdo
con la conclusión, no conoce la lógica y no utiliza la razón [páginas 95-97].
El corolario ad hominem es sorprendente, pues el autor olvida que, para que la conclusión de una cadena de deducciones lógicas sea verdadera, hacen falta dos condiciones:
- Que las premisas sean verdaderas.
- Que la conclusión se deduzca
de las premisas.
La primera premisa es un postulado, no se demuestra. Basta no aceptarla para que todo el razonamiento caiga por tierra. De hecho, Abrahamson no tiene muy claras las leyes de la lógica. Hablando del método científico al que apela continuamente, dice: En la ciencia, sólo son aceptables los hechos objetivos y las conclusiones lógicas que emanan de ellos [página 2]. Pero las conclusiones lógicas no emanan sólo de los hechos, sino también de axiomas y postulados que se dan por buenos sin demostración. A menudo, los hechos sirven como prueba a posteriori de los postulados y de las conclusiones lógicas que se extraen de ellos.
La cadena lógica del libro de Abrahamson es un caso
de libro de razonamiento circular: En realidad, Abrahamson empieza
postulando que Dios no existe, pero trata de obtenerlo como conclusión de una
deducción, sustituyéndolo por un postulado equivalente: que no existe nada
fuera del universo. Todo su razonamiento se reduce a esta afirmación: Dios
no existe. Si no lo crees, no eres racional. Además, la conclusión se
contradice con una de las premisas: afirma que no existen verdades absolutas,
pero trata la inexistencia de Dios como una verdad absoluta a lo largo de todo
el libro.
Abrahamson opone la religión a la ciencia, porque no es posible idear pruebas repetitivas [sobre Dios]
[página 3]. Es cierto. Pero tampoco podemos hacerlas sobre Napoleón Bonaparte,
ni podemos experimentar con los cuadros de Rembrandt (¿qué habría sucedido si
Rembrandt hubiera utilizado tal técnica en lugar de tal otra para pintar la Lección de
Anatomía?). En este sentido, la religión no está sola, sino junto a la
historia, el arte y otras disciplinas: las que utilizan la abducción en lugar
de la inducción, propia de las ciencias de la Naturaleza.
Abrahamson tiene un concepto de Dios que sólo
existe en su imaginación, por lo que sus argumentos son un caso de la
falacia del hombre de paja. Dice esto: yo,
como usted, sentí el consuelo de Dios, esta figura paterna barbuda, dura, pero
benévola "allí arriba" [página 4]. Sería mejor que no
pluralizara. Yo nunca he creído en tal figura.
La contraportada describe a Abrahamson como un patólogo semi-retirado que siempre quiso ser físico.
El libro explica por qué no pudo serlo: después de cinco décadas estudiándola,
ha sacado una idea confusa y equivocada de la mecánica cuántica. Sin ir más
lejos, no ha entendido el principio de incertidumbre. En el capítulo 2 confunde
el uso de técnicas probabilísticas en mecánica estadística (el estudio del
movimiento de las partículas de un fluido) con la incertidumbre cuántica.
![]() |
Werner Heisenberg |
Tampoco parece saber mucho de teoría de la
probabilidad. Cuando dice que la probabilidad de un suceso puede considerarse
cero si es menor que 1/20, está aplicando (mal) el principio estadístico, usado
por los médicos, que asocia una certidumbre razonable con el 95% de confianza.
También se equivoca cuando dice que como
mostró Heisenberg, ninguna probabilidad puede ser... cero
[página 25]. Heisenberg no mostró tal cosa. La probabilidad de un suceso
imposible es cero. Existen muchos sucesos imposibles, como la cuadratura del
círculo con regla y compás.
El libro contiene incorrecciones flagrantes: Heisenberg ha demostrado que no hay verdad absoluta - en
ningún sitio. Todo lo que tenemos es probabilidad [página 12]: otra
muestra de que Abrahamson no ha entendido el principio de incertidumbre. Por
otra parte, esa afirmación es contradictoria, pues está diciendo esto: Es una
verdad absoluta que no existen verdades absolutas.
Abrahamson niega la existencia de Dios porque la
considera incompatible con que la trama de nuestro universo sea probabilista y
no determinista. Hace dos siglos, Laplace negaba su existencia porque creía que
el universo era determinista. La reacción atea ante las teorías sobre el
universo es esta: si sale cara gano yo, si sale cruz pierdes tú.
El error de Abrahamson parece provenir de que
identifica lo racional con la aplicación del método científico (cientificismo). Pero la razón es más amplia
que el método experimental. Y Abrahamson mismo reconoce que los conocimientos
del más erudito de los científicos se basan en más de un 99% en el principio de
autoridad.
Hay que reconocerle a Abrahamson cierta coherencia
con sus ideas. Si Dios no existe, como él afirma, se sigue que no hay una base
absoluta para la moral, el bien y el mal fuera del hombre. Se llega a la moral relativa,
individual. Si aceptamos esto, la moral de
Hitler era tan defendible como otra cualquiera. A esto sólo puedo decir que la
realidad observada... es la realidad observada [página 37]. Muy
pocos ateos se atreven a dar este paso. Lo malo es que una moral relativista también
es contradictoria.
Algunos autores tratan de demostrar la existencia
de Dios basándose en una mala comprensión de los avances científicos. Este
libro es un ejemplo del intento contrario. Ambos pueden hacer daño a la postura
que tratan de defender. Espero que se neutralicen.
Hilo Temático sobre Ciencia, Fe y Ateísmo: Anterior Siguiente
Manuel Alfonseca
La anécdota de Laplace y Napoleón (antiguo alumno suyo) sobre la hipótesis de Dios, parece que va más porque Newton había necesitado acudir a la intervención divina para justificar las anomalías de los movimientos de Júpiter y Saturno. En cambio, Laplace no necesitaba ninguna intervención divina y de ahí la frase. No se refiere a que Dios no exista, sino que su teoría es completa.
ResponderEliminarCierto, pero la frase de Laplace ha sido adoptada generalmente como representante del determinismo.
EliminarEstimado Luis,
Eliminar>> parece que va más porque Newton había necesitado acudir a la intervención divina para justificar las anomalías de los movimientos de Júpiter y Saturno
No conocía esta historia, según la cual Newton sería un ejemplar paradigmático de la teoría del "dios-tapa-agujeros". ¿Dónde se puede leer más al respecto?
En cuanto a que "si sale cara gano yo, si sale cruz pierdes tú", es una acusación que también se podría hacer a la teología cristiana (mal comprendida): si el mundo tiene inicio temporal, entonces ha sido creado por Dios; si el mundo no tiene inicio temporal, entonces ha sido creado por Dios. Pero la acusación parte de la falsa premisa de que la doctrina cristiana de la Creación es una teoría falsable (científica).
Me temo que esa idea de que las doctrinas filosóficas y teológicas son falsables ha tenido un desarrollo particular en el mundo anglosajón, a medida que se alejaban de la tradición escolástica.
En la página de la Wikipedia sobre Laplace (https://es.wikipedia.org/wiki/Pierre-Simon_Laplace) dice esto:
Eliminar"Su obra más importante, Traité de mécanique céleste... es un compendio de toda la astronomía de su época... donde perfeccionaba el modelo de Newton, que tenía algunos fenómenos pendientes de explicar, en particular algunos movimientos anómalos que seguían sin solución: Júpiter estaba sometido a una aceleración aparente, mientras que Saturno parecía frenarse poco a poco y la Luna también mostraba un movimiento acelerado. Si estos movimientos continuaban indefinidamente, Saturno caería sobre el Sol, Júpiter se escaparía del sistema solar y la Luna caería sobre la Tierra. Con tan solo 23 años de edad, Laplace demostró que la aceleración de Júpiter y el frenado de Saturno eran movimientos periódicos."
Pero aquí no dice que Newton atribuyera las anomalías a una intervención divina, que es el detalle que a mí me había llamado la atención.
EliminarEste texto lo explica:
Eliminarhttps://rac.es/ficheros/doc/00889.pdf
"El propio Newton, al estudiar las perturbaciones de unos planetas sobre otros, observa que las órbitas de Júpiter y Saturno se alejan cada vez más de sus elipses keplerianas. ¿Acaso es inestable el sistema solar? ¿O será incorrecta la TNG? Discute a fondo esto en correspondencia con su discípulo Clarke y con Leibniz, y se ve obligado a echar mano de Dios como temporero cósmico para arreglar de vez en cuando el sistema solar. Leibniz rechaza esta idea, que supondría una creación imperfecta, aunque Clarke le rebate diciendo que tales arreglos bien podían formar parte del plan original del Creador. ¡La teología seguía influyendo en los conflictos científicos!"
Mil gracias.
EliminarComo muy bien dices Manuel, la razón es más amplia que el método científico. Estamos tan asombrados por los avances tecnológicos que ha permitido la ciencia, que olvidamos recordar las limitaciones inherentes a sus métodos. En un artículo anterior tuyo mencionas a la física como una de las ciencias “más duras” (en comparación, por ejemplo, con la biología). No obstante, ni siquiera la física puede “percibir” directamente las supuestas partículas elementales que utiliza como ladrillos. Realizamos diferentes experimentos y analizamos trazas, estelas, reacciones, que nos hacen inferir que por allí ha pasado una "partícula con determinadas propiedades". Le damos a una de estas conjeturas el nombre de electrón. Éste, como cualquiera otra de las partículas elementales de la materia, no es más que una teoría que utilizamos para explicar, de la manera más satisfactoria posible, los fenómenos que podemos observar. Nos es tan útil para comprender la manera en que funciona la naturaleza, que prácticamente podemos decir que es "real". Para los físicos, es "real". Sin embargo, no se pueden tejer concepciones familiares alrededor del electrón… "Algo desconocido está haciendo no sabemos qué". A eso equivale nuestra teoría. La única razón de nuestros avances científicos es que nuestra descripción no se limita a agentes desconocidos que ejecutan actividades desconocidas, sino que hay números esparcidos libremente por ella.
ResponderEliminarAprendemos de nuestras experiencias diarias generalizando los patrones que observamos para hacer predicciones sobre eventos futuros. El método científico surgió gracias a un desarrollo formal de este proceso inductivo. Mediante un proceso racional de abstracción, sustituye nuestra realidad espacio-temporal por puras formas numéricas en configuraciones matemáticas. La matemática pura se ocupa de cuerpos y del mundo material como meras abstracciones. Considera sus formas abstractas en la espacio-temporalidad, sólo como formas-límite, puramente ideales. En sus cálculos algebraicos, las ciencias físicas no pueden contemplar la esencia de la naturaleza del mundo real, que es el contexto en el que todas estas inducciones tienen sentido. Como proceso inductivo, sólo pueden acceder a las interrelaciones matemáticas inferidas a partir de la observación y el análisis de datos empíricos. Las ecuaciones matemáticas, de asombrosa precisión, con parámetros increíblemente ajustados para formular las leyes naturales que enmarcan el origen y la evolución de nuestro universo, forman parte de los enigmas subyacentes sobre el intrincado significado de la vida.
Más allá de sus leyes fundamentales, la ciencia únicamente ha logrado establecer una hipótesis general: que una inductividad universal gobierna en el trasfondo de la realidad que intuimos y se manifiesta en nuestras experiencias cotidianas, aunque permanece oculta en su infinitud.
Estamos muy orgullosos de los progresos científicos de nuestro tiempo. Mas la lección que uno aprende, cuando se adentra en la física, es que lo que podemos entender es una fracción muy pequeña de lo que hay.
No sólo en la física. En cualquiera de nuestras disciplinas científicas o humanísticas, "lo que podemos entender es una fracción muy pequeña de lo que hay."
EliminarVou te dar uma imagem para mostrar como se pode sair do mal-estar devido ao indeterminismo aparente da mecânica quântica. Se limitarmos o campo de investigação do físico aos fenômenos reprodutíveis, chegaremos a um todo perfeitamente coerente, mas a impossibilidade de prever em que lugar ocorrerá o impacto do elétron é uma forma de renúncia muito frustrante para o teórico. Tomemos uma
ResponderEliminarimagem que os físicos conhecem bem: a dos universos paralelos de H. Everett.14 Tudo se passa como se todos os eventos possíveis pudessem de fato ocorrer, como se o elétron pudesse ir a qualquer lugar da placa. No entanto, cada uma dessas escolhas significaria uma bifurcação de um universo em um universo paralelo. Suponhamos, por exemplo, para simplificar, que façamos uma medição com dois resultados possíveis. O seu resultado cria então uma bifurcação entre dois universos paralelos. Estaremos em um ou em outro na medida em que uma ou outra das possibilidades tiver se realizado. A coerência desses universos paralelos é suficiente para que, em termos estatísticos, o resultado médio seja o mesmo. Cada resultado de experiência depende do universo paralelo particular em direção ao qual nos dirigimos. Em si, ele não é reprodutível.
El multiverso de Everett, como he dicho varias veces en mi blog, es posiblemente la idea más absurda que se le ha ocurrido a los físicos. Es un intento desesperado de salvar a toda costa el determinismo, frente a la indeterminación cuántica. Por otra parte, esa idea ni siquiera es científica, porque es imposible demostrarla, o demostrar que es falsa.
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