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S.Agustín, por Louis Comfort Tiffany Lightner Museum |
Desde la más remota antigüedad, el hombre se ha
interesado por el enigma del tiempo. Porque el tiempo, a pesar de que todos lo
experimentamos, es un enigma. Ya lo dijo San Agustín en sus Confesiones (L.XI C.XIV): ¿Qué
es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero
explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé.
Como dije en otro artículo, las explicaciones ideadas para resolver el enigma del tiempo se dividen en dos: las que lo consideran cíclico, con o sin repeticiones múltiples, lo que permitiría representar geométricamente el paso del tiempo mediante un círculo, y las que lo consideran lineal, que lo representan mediante una línea recta. A su vez, este último caso se divide en varios: se puede admitir, o no, que el tiempo tuvo principio; y se puede admitir, o no, que habrá un momento final del tiempo. Combinando estas dos alternativas, tenemos cuatro casos diferentes. En total suman seis posibilidades, que vamos a analizar a la luz de la cosmología moderna:
1.
Tiempo cíclico único: Correspondería a un universo
cerrado en el que el tiempo comprendido entre el Big Bang y la máxima expansión fuese el mismo que el tiempo
comprendido entre la máxima expansión y el Big Crunch, pero transcurriría en sentido contrario. Hay
teorías que sostienen esto, por absurdo que parezca.
2.
Tiempo cíclico múltiple: Correspondería a un universo
cerrado en el que cada Big Crunch rebotaría y se convertiría en un nuevo Big Bang que daría comienzo a un nuevo
ciclo. En este caso no es preciso suponer que el tiempo haga cosas raras
durante la fase de contracción.
3.
Tiempo lineal sin principio ni fin: Correspondería a un universo
como el de la teoría del estado estacionario, en el que no hubiera habido Big Bang, o al multiverso
de la inflación perdurable (o inflación eterna, como lo llaman los físicos que no saben que
eternidad no es lo mismo que perpetuidad), en el que surgirían continuamente
infinitos universos como el nuestro, enormemente separados entre sí, algunos de
los cuales serían cerrados, pero otros podrían ser abiertos, y por tanto sin
fin.
4.
Tiempo lineal sin principio, pero con fin: Correspondería a uno de esos
universos del multiverso de la inflación perdurable, que después de empezar con
un Big
Bang
terminara en un Big Crunch en el que no hubiera rebote.
5.
Tiempo lineal con principio, pero sin fin: Correspondería a un universo
que hubiese empezado en un Big Bang no asociado a un multiverso inflacionario, y que
fuese plano o abierto, es decir, se expandiera indefinidamente sin terminar
nunca, aunque en algún momento dejaría de ser favorable para la vida y
alcanzaría la muerte térmica. Hablé de esto en otro artículo.
6.
Tiempo lineal con principio y con fin: Correspondería a un universo
que hubiese empezado en un Big Bang no asociado a un multiverso inflacionario, y que
fuese cerrado, es decir, dejara de expandirse en algún momento y se contrajera
hasta un Big Crunch tras el que no hubiera rebote.
¿Qué dice la cosmología moderna sobre todas estas
alternativas? Como vimos en el artículo anterior, ahora mismo no sabemos si
nuestro universo es plano (curvatura=0), abierto (curvatura<0) o cerrado
(curvatura>0). Parece que es casi plano, pero debido al casi no podemos eliminar ninguna
posibilidad.
Por otra parte, las teorías basadas en el multiverso
de la inflación perdurable se basan en puras elucubraciones, sin base física
real. Ni siquiera se puede decir que las teorías del campo inflatón y todos sus aditamentos se
apoyen en una teoría matemática coherente, porque quienes las defienden cambian
los presupuestos matemáticos continuamente para ir enfrentándose a las
dificultades que van encontrando. Desde luego, no existe ninguna observación
experimental que confirme, no ya el multiverso inflacionario, sino ni siquiera
la inflación posterior al Big Bang, que fue propuesta para resolver un par de problemas
asociados a la teoría del Big Bang (la isotropía del universo visible, el hecho de
que el universo sea casi plano, y la ausencia de monopolos magnéticos), pero
que no ha conseguido realizar una sola predicción acertada sorprendente que la valide.
Repito que ahora mismo no se puede decir que exista
una teoría matemática coherente de la inflación perdurable. Sus partidarios dirán
lo que quieran, pero no se puede evitar la sensación de que se trata de un
intento desesperado para eliminar el Big Bang como origen del universo y, en consecuencia,
escapar de la necesidad de Dios, que ellos creen que está asociada a ese origen.
El caso 2 (tiempo cíclico múltiple) también
presenta dificultades. Según los cálculos realizados, el rebote de un Big Crunch a un nuevo Big Bang probablemente sería
amortiguado, por lo que no sería posible que el número de rebotes anteriores
fuese infinito, y después de cierto número de rebotes el universo pasaría a ser
abierto, con lo que el tiempo pasaría a ser lineal. Esto implica que este tipo
de universo tendría que tener principio.
Los físicos teóricos se lo pasan muy bien
inventando mundos, aunque opino que deberían dejárselo a los escritores de
ciencia-ficción. Ahora mismo, en función de lo que sabemos, y prescindiendo de
elucubraciones sin apoyo experimental, lo más probable es que nuestro universo
sea de los tipos 5 o 6, habiendo empezado en un Big Bang, y terminando, bien en la muerte térmica, o en un Big Crunch, después del cual nada
podemos predecir.
Hilo Temático sobre el Tiempo: Anterior Siguiente
Manuel Alfonseca
>> no se puede evitar la sensación de que se trata de un intento desesperado para eliminar el Big Bang como origen del universo y, en consecuencia, escapar de la necesidad de Dios, que ellos creen que está asociada a ese origen
ResponderEliminarPues entonces habrá que seguir insistiendo en que origen temporal no es lo mismo que creación (en sentido judeocristiano). No hay implicación en un sentido ni en otro: la creación puede ser de un universo finito en el tiempo o perdurable; ni el tiempo finito ni el tiempo perdurable sostienen o niegan la noción de creación. Desacoplar los dos temas será beneficioso para la física y para la teología.
En particular, considero que es necesario insistir en esto con los teólogos y apologistas creyentes, que indebidamente tratan de "demostrar" la existencia de Dios a partir de la finitud del tiempo de existencia del universo.
Una vez más, el argumento para la existencia de Dios es metafísico, no físico. Creación es inseparablemente dar el ser y mantener en el ser. El Dios de la teología cristiana no suplanta el poder de actuar de las realidades creadas, que tienen verdadera causalidad, verdadera operación propia. El Dios de la teología cristiana da el ser a las realidades creadas, y con el ser su capacidad de obrar. No llegamos a Dios por los sucesos inexplicables de la naturaleza, sino precisamente porque la naturaleza es (al menos parcialmente) explicable, racional.
Sí, yo también hablé de esto en otros artículos de este blog, como este: El universo ¿tuvo principio?
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