Esta semana se cumplen tres años desde la inauguración de
este blog de divulgación científica. La versión inglesa del blog apareció algo
más tarde, el 12 de agosto de 2014. En estos tres años he publicado 140
artículos, uno por semana. Sólo se ha interrumpido la publicación durante las
vacaciones de verano, y se ha ralentizado algo en las Navidades.
Aprovechando la efemérides, voy a hacer balance de lo que se
ha hecho hasta ahora y de los objetivos que me planteé cuando comencé esta
actividad. Si he logrado alguno de esos objetivos en todo o en parte, queda abierto
a la consideración y al juicio crítico de los lectores.
1.
Una de mis intenciones al escribir estos artículos era combatir
contra la sensación, que a menudo fomentan los medios, de que la ciencia está llegando a su fin, no porque
nuestra civilización pierda impulso, sino porque ya no queda nada (o casi nada)
por descubrir. Esta afirmación, expresada de forma más o menos clara, se aplica
principalmente a las ciencias de la naturaleza.
Por ejemplo, se suele decir que
la física ha descubierto y explicado por completo (o está a punto de hacerlo) la
base fundamental de la materia y la estructura del universo. En varios de mis
artículos he
intentado demostrar que esto no es cierto. Más aún, que
nunca llegará a serlo.
La teoría de la evolución es otra
actividad científica que suele presentarse como algo acabado, inmejorable e
inatacable. Como he tratado de explicar en una
serie de artículos, la realidad es muy distinta. Quedan aún muchas cosas
por descubrir. Lo cual, naturalmente, no quiere decir que tengamos que volver
al creacionismo.
2.
Por otra parte, también he querido levantar una bandera
de aviso contra la idea, tan extendida como la anterior, de que el progreso de la ciencia es natural e imparable.
Existen numerosas
amenazas reales contra la prolongación indefinida de nuestra civilización
científica.
Uno de esos peligros,
lamentablemente muy frecuente, consiste en presentar como inminentes avances
científicos que en realidad están muy lejos de nosotros, si es que son
realmente alcanzables, lo que a veces es dudoso. Entre ellos podemos mencionar
la biología
sintética, la
inmortalidad, la inteligencia artificial fuerte, y otros logros científicos
que se van alejando de nosotros a medida que avanzamos, exactamente igual que el
horizonte.
3.
Otro peligro que amenaza a la ciencia es el intento de
utilizar el prestigio de que goza entre el público en general para favorecer una ideología, el
materialismo ateo, que en sí nada tiene de científico. Muchos activistas de
esta ideología desprecian la filosofía y exhiben su ignorancia respecto a esta
disciplina, hasta el punto de que ni siquiera son conscientes de que lo que
están haciendo no es ciencia, sino filosofía, y a menudo es mala filosofía,
pues incurren con facilidad en falacias
lógicas. Es curioso que los creyentes no suelan caer en este error, aunque
también ha habido algún
movimiento en esta dirección, que suele ser combatido a la vez por otros científicos
creyentes y no creyentes.
4.
Sin embargo, cuando les conviene para sus objetivos
ideológicos, los ateos materialistas desprecian la
ciencia y ocultan los conocimientos científicos que se oponen a sus ideas.
Esto se nota especialmente en la cuestión del aborto. La única manera razonable
de conciliar lo
que dice la ciencia sobre la vida humana con el aborto provocado es negar
la dignidad del hombre y considerarlo como algo equivalente a una cucaracha. Es
curioso que sólo Richard
Dawkins (que yo sepa) se haya atrevido a dar ese paso. Quizá se deba a que esta
decisión es peligrosísima, pues podría afectar a nuestra propia vida, libertad
y seguridad. Si se nos niega a todos el derecho a la vida porque no
somos diferentes de otros seres vivos, ¿qué derechos nos pueden quedar?
5.
En cuanto al problema de la
existencia de Dios, se ha tocado en varias ocasiones, aunque no
se trata de un problema científico. La ciencia jamás podrá demostrar que Dios
existe, como tampoco podrá demostrar que Dios no existe, pero sí puede atisbar
indicios que podrían llevarnos a creer en su existencia. En la actualidad, esos
indicios se centran alrededor de la quinta vía de Santo Tomás de Aquino y la
cuestión del ajuste
fino. Contra estos indicios los ateos han sido bastante creativos,
presentando la falsa alternativa de las teorías
del multiverso, que no son ciencia, sino ciencia-ficción, porque es
imposible demostrar su falsedad. A esas teorías dediqué aquí una
serie de tres artículos. Sobre esta cuestión, termino con el enlace a
una entrevista que me hicieron en otro blog, que no figura en este, aunque
sí en
su versión inglesa.
El circuito de spam |
Espero que mis próximos artículos sigan despertando vuestro
interés.
Manuel Alfonseca
Cinco grandes cuestiones; genial selección. Me sé y me siento más de acuerdo con unos planteamientos que con otros. Esta es la riqueza, éste el acierto de tu blog. Y este es un brillante resumen de los primeros tres años. Enhorabuena, Manuel. Gracias, Manuel. No te detengas, ¡adelante!, aurrera, come on, vinga, allez. Un gran abrazo, Felipe.
ResponderEliminarEscribo este comentario para darle testimonio de mi estima y admiración personal por usted -¡más bien por “ti, que es como lo he “pensado” aunque el protocolo de respeto por los seres humanos” que me enseño mi madre me dogmatice en ese “usted”!-. Leo, copio y archivo, religiosamente aunque con afán “científico” todos tus post, al menos desde que he tenido noticias de tu trabajo. Y la razón porque lo hago es más “empática” que “ideológica” –por el “fondo” más que por la “forma” de tu “discurso”, manera está que me sugiere que “nuestras posturas cognitivas” son afines, no así el destino gnoseológico al que llegan-. Y pienso que es así sobre tod por lo que explicitas en los puntos 3 y 4 de tu “autosatisfacción por el aniversario”. No voy a polemizar sobre este respecto. Las normas y protocolos del tipo de dialogo que ello exigiría no caben en ninguna de las escalas que usa La Red para propiciarlo. Y la propia paradoja, que yo también suscribo aunque en otros términos y ámbitos, defendida por ti –“Dios existe y no existe, simultáneamente”-, lleva tantos milenios viva que no hay estante de la historia que puede contener “todo lo discutido” sobre tal asunto. Lo que importa, para mí y en este caso, es que más allá de toda “diferencia de idearios” y de que “las palabras sigan gobernándonos”, La Evolución de ese sapiens que somos ambos nos ha traído hasta este “momento de armonía de contrarios” que experimentamos tú y yo. “Momento” que, según mis razonamientos, hubiera sido imposible de alcanzar sin la contribución hecha por “las religiones” al progreso humano. Afortunada o lamentablemente -¡cada cual lo verá como se lo siguiera su “ideología política”!-, no existen “Las Ideas Eternas”. Y para más suerte o desgracia, tú y yo hemos nacido y vivido en momentos en que se producen los funerales de algunas de ellas que nos han guiado durante un “tiempo muy largo”. Y les ha llegado la hora de “cambiar”. Te felicito por tu trabajo y espero seguir disfrutando de él todo el tiempo que nuestros cuerpos y mentes sean capaces de aguantar.
ResponderEliminarFelicidades por tus 3 años de viaje ...
ResponderEliminarBlog excepcional; no hay otro igual; lo necesitamos !!!
ResponderEliminar¡¡Muchísimas felicidades, Manuel!! Justo mañana "Dios y la Ciencia" cumple también años, en nuestro caso son cuatro, y me parece mentira que haya pasado tanto tiempo :-). Yo soy de las que te siguen desde el principio porque, desde que le puse los ojos encima, supe que tu blog iba a ser de gran ayuda y apoyo para el nuestro, un ejemplo a seguir y una fuente inagotable de erudición de la que podíamos beber. Estamos en el mismo barco y en la misma "lucha anticientfista", de ahí que te enlacemos y citemos tan a menudo.
ResponderEliminarEspero que sigas así y que sigamos teniendo el honor de contar contigo y con tu blog por muchos más años.
Un cordial y agradecido abrazo.
Ana
Por cierto, en nuestra última entrada le hemos dado un "repaso" al caso Galileo, de la mano del profesor Ignacio Sols. Estuve buscando en tu sitio por si tú habías hablado del tema para añadirlo al post como enlace externo, pero no he encontrado nada, me encantaría que trataras tú también sobre esa "oposición" de la fe a la ciencia de la que hablan los ateos :-). Abrazos.
Muchas gracias a todos por vuestra felicitación de cumpleaños:-)
ResponderEliminarAna, tienes razón, no he escrito sobre eso, aunque sí he hablado, hace poco, por cierto, en el Instituto Cervantes de Bruselas (hablaba de la ciencia en el Quijote, pero salió el tema, por la coincidencia de fechas entre la muerte de Cervantes y la vida de Galileo). De hecho, copié a Ignacio Sols, quien en un coloquio, ante una pregunta sobre la oposición entre el catolicismo y la ciencia, dijo a quien le interpelaba: "Dime un caso en que la Iglesia Católica se haya opuesto a la ciencia". El otro respondió: "El caso Galileo". E Ignacio disparó: "Dime otro". Ahí se acabó la discusión, porque la verdad es que el caso Galileo es único.
Exacto, eso es lo que no sabe el ateíto de a pie, Manuel, que el caso Galileo es el único :-) por eso lo hemos escrito en el blog subrayado y en negrita. Muchas gracias por contestarme. ¡Seguimos leyéndonos!
ResponderEliminarMe sumo a las felicitaciones. Resulta evidente para mí que si este blog no existiera, habría que crearlo. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminar¡Muchísimas felicidades y muchísimas gracias por el servicio que presta!
ResponderEliminar¡Un fuerte abrazo y mucho ánimo!
Héctor Lavín.
Felicidades, excelente blog. Dentro de su estilo es impelable
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