Thomas Nagel |
Thomas Nagel, filósofo,
profesor en la Universidad de Nueva York y especializado en filosofía de la mente,
ha publicado un libro (La Mente
y el Cosmos) en el que resume sus ideas contrarias al reduccionismo
materialista dominante en filosofía desde mediados del siglo XIX. He leído el libro en una traducción española realizada por el
profesor de Sevilla Francisco Rodríguez Valls, con quien he colaborado más de
una vez.
El libro
proporciona argumentos contundentes en apoyo de la afirmación de que el reduccionismo materialista no
puede explicar la consciencia, la razón y otros elementos mentales sin
eliminarlos. Pero como la consciencia y
la razón son los elementos dominantes de nuestra visión del mundo, la
conclusión a la que deberíamos llegar es que el reduccionismo materialista tiene
que ser falso.
C.S. Lewis |
Veamos uno de los
argumentos: es evidente que la teoría de la evolución, como cualquier otra
teoría científica, es consecuencia de la razón humana. Por lo tanto, explicar
la razón como consecuencia de la acción de la evolución (que no es otra cosa
que aplicar al hombre la teoría de ese nombre) es incurrir en la falacia de razonamiento circular (petición de principio). Si A explica B, no es posible que B explique
A. Este argumento no difiere mucho del que propuso C.S. Lewis en el capítulo 2
de su libro Miracles, que después fue desarrollado por Victor Reppert y Alvin
Plantinga. En este libro Nagel no cita a Lewis o a Reppert, aunque sí a
Plantinga.
Pierre Teilhard de Chardin |
Pierre Teilhard
de Chardin (a quien Nagel tampoco menciona) ofreció una alternativa al reduccionismo
materialista en el primer libro publicado después de su muerte, El Fenómeno Humano (ver el
artículo de mi blog), donde afirmó que la mente es una componente fundamental
del universo junto con la materia, y todo ser material tiene algún elemento mental,
aunque sea vestigial. Esta teoría es semejante a lo que Nagel llama en su libro
explicación
constitutiva reductiva.
Tras rechazar el
reduccionismo materialista, Nagel se plantea cuál puede ser la alternativa. Le
parece evidente que es preciso recuperar las causas finales de Aristóteles,
desterradas por la ciencia moderna desde el siglo XVII, pues sólo se han venido
aceptando las causas eficientes. Sin embargo, las causas finales existen, e
influyen enormemente en nuestras vidas. Cada vez que diseñamos algo estamos
aplicando causas finales, aunque al mismo tiempo también aplicamos causas
eficientes: torneo este pedazo de madera de esta manera (causa eficiente) para
que tome tal forma (causa final). Como señala correctamente Nagel, una ciencia y una filosofía que ignoran las causas finales
tienen que ser incompletas.
Nagel menciona el teísmo
como alternativa al reduccionismo materialista. Si el mundo ha sido creado por
Dios, tiene que incluir causas finales en su constitución, pues su existencia
sería el resultado de la intención divina. Pero aunque acepta que esta postura
filosófica resuelve el problema, la rechaza. Sólo da dos “argumentos”:
- El teísmo no nos permitirá nunca alcanzar una explicación completa
del cosmos, porque Dios quedará siempre
fuera del alcance de nuestras explicaciones. Este argumento
es puramente estético, no tiene fuerza filosófica alguna, porque no hay
ninguna razón para que sea posible alcanzar una explicación completa de
todo lo que existe. El problema, por cierto, como señala Nagel, afecta
también al reduccionismo materialista, pues nuestra consciencia y la razón
quedan fuera de su alcance, e incluso algunas cuestiones puramente
materiales no podrán explicarse nunca, como indiqué en este
artículo del blog.
- El teísmo queda excluido como solución, porque Nagel es ateo y no quiere que Dios exista. Lo dice con
toda claridad, no en este libro, sino en otro, The Last Word, donde
aparece este párrafo: Quiero
que el ateísmo sea verdadero y me incomoda que algunas de las personas más
inteligentes y bien informadas que conozco sean creyentes religiosos. No
es sólo que no creo en Dios y que, naturalmente, espero estar en lo
correcto en mi creencia. ¡Es que ansío que no exista ningún Dios! No
quiero que exista un Dios; no quiero que el universo sea así.
¿Qué alternativa ofrece
Nagel para el dilema en que se encuentra, si su razón le lleva a considerar
falso el reduccionismo materialista, y su mentalidad atea le prohíbe aceptar la
solución teísta? Nagel propone que la solución podría ser una nueva teoría
filosófica en la que el universo sería teleológico
(en él las causas finales serían importantes) pero no intencional
(no sería el resultado de un diseño consciente de nadie). Lo malo es que no
tiene la menor idea de cómo se podría construir una teoría así, y deja su
desarrollo para el futuro.
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Manuel Alfonseca
Muy interesante el articulo de thomas nagel pero hay una cosa que no entiendo si thomas nagel es ateo pero se contradice de una forma u otra por un lado dice que el reduccionismo materialista no explica la conciencia etc y que el teismo podria ser la solucion pero es ateo y no quiere que dios exista que lio jeje
ResponderEliminarManuel, si me lo permites, creo que hay un error en el razonamiento (¿de Nagel?) sobre la evolución.
ResponderEliminar>> es evidente que la teoría de la evolución, como cualquier otra teoría científica, es consecuencia de la razón humana. Por lo tanto, explicar la razón como consecuencia de la acción de la evolución ... es incurrir en la falacia de razonamiento circular
En este razonamiento no se distingue adecuadamente entre la acción de la evolución y la teoría de la evolución: es decir, la realidad y nuestra concepción de la realidad. Por lo tanto no veo que sea realmente un razonamiento circular incorrecto, porque no son los mismos términos. La teoría de la evolución podría ser producto de la razón, y la razón podría ser producto de la acción de la evolución. No hay circularidad.
No sé si es que Nagel no ha comprendido bien los argumentos de Lewis, Reppert y Plantinga, o es que aquí están explicados de modo excesivamente simple. Me gustó más cómo lo explicabas en otro artículo anterior sobre el argumento EAAN de Plantinga.
En mi opinión el argumento tiene más fuerza de esta otra manera:
- si la inteligencia funcionara de modo puramente mecánico (si pudiera ser explicada por leyes de comportamiento físico-mecánico),
- entonces no habría diferencia entre un razonamiento verdadero y un razonamiento falso (porque los dos son fruto de la "mecánica" cerebral),
- luego la razón no es nada, porque la razón es principalmente la distinción entre lo verdadero y lo falso.
Desarrollé este argumento en mi propio blog: ¿Inteligencia sin libertad? Gracias a tus comentarios en aquel artículo conocí de primera mano a Reppert.
Como bien sabes, soy cualquier cosa menos partidario del reduccionismo materialista. Pero tampoco soy partidario del dualismo, al que considero padre del materialismo. He escrito sobre esto extensamente en mi blog:
- ¿Hay finalidad en el universo?
- La materia y el espíritu no son cosas, sino aspectos
- Materialismo
Y muchos otros artículos, pero creo que ya me he citado demasiado.
Sí, por supuesto, al resumir en dos páginas un libro entero, he tenido que resumir al máximo, quizá demasiado. Esto es lo que dice Nagel al respecto:
EliminarRespecto al conocimiento humano, por ejemplo, tanto el teísmo como el naturalismo intentan explicar cómo podemos confiar en nuestras facultades para comprender el mundo que nos rodea... En el otro extremo está la epistemología naturalizada que argumenta que se puede confiar en que las facultades perceptivas y cognoscitivas desarrolladas por selección natural nos conducen a creencias verdaderas. Ninguna de estas propuestas proporciona una defensa contra el escepticismo radical, es decir, contra la posibilidad de que nuestras creencias sobre el mundo sean falsas. Tal defensa sería inevitablemente circular en tanto que la confianza que podamos tener en la verdad, ya sea de una explicación teísta o evolucionista de nuestras capacidades cognoscitivas, tendría que depender del ejercicio de esas capacidades.
Y más adelante añade:
...en el caso del razonamiento, si es suficientemente básico, lo único que tengo que pensar es que he captado la verdad directamente. No puedo ir atrás de una inferencia lógica y reconfirmarla con la reflexión de que la confianza en los procesos de mi pensamiento lógico es consistente con la hipótesis de que la evolución los ha seleccionado por su exactitud. Eso debilitaría drásticamente la reivindicación lógica. Es más, en la formulación de esa explicación, como en la explicación paralela de la confianza en los sentidos, los juicios lógicos de consistencia e inconsistencia tienen que darse sin esas reservas como aprehensiones directas de la verdad. No es posible pensar: «La confianza en mi razón, incluyendo mi confianza en este mismo juicio, es razonable porque es consistente por tener una explicación evolutiva». Por tanto cualquier explicación evolutiva del lugar de la razón presupone la validez de la razón y no puede confirmarse sin circularidad.
"Veamos uno de los argumentos: es evidente que la teoría de la evolución, como cualquier otra teoría científica, es consecuencia de la razón humana. Por lo tanto, explicar la razón como consecuencia de la acción de la evolución (que no es otra cosa que aplicar al hombre la teoría de ese nombre) es incurrir en la falacia de razonamiento circular (petición de principio)."
ResponderEliminarBuenas. Interesantes reflexiones. Si me permíten la discrepancia, estaría de acuerdo con Gonzalo Génova en que no hay falacia circular:
-Que la teoría de la evolución sea consecuencia de la razón humana, no tiene nada que ver con explicar la razón, como consecuencia de la evolución.
Son dos temas diferentes: explicar la evolución uno; explicar la razón otro.
Hacerlo desde el reduccionismo materialista es una opción. Se puede negar la evolución, y creer, por ejemplo. La pregunta que me sobreviene es: si el materialismo es reduccionista, qué es el teismo? Trascendentalista? No es intencionalmente performativo el binomio materialismo/reduccionismo?
Otra pregunta: si todas las teorías científicas son hijas de la razón humana, el teismo o el teleologismo nacen de la sinrazón? O simplemente de la Divina Providencia, que debe ser irracional o arracional o fuera del alcance de la razón humana. Es que ando flojo de teología.
En cuanto al mecanicismo de la mente, pienso que la complegidad de la mente humana da para multiples opciones. Muchas mecánicas, pero muchas fruto de la razón, de la meditación y, sobretodo, del interés.
Bueno. Hasta aquí mi aportación. Saludos cordiales.
En lugar de discutir lo que digo en un párrafo de este artículo sobre lo que dice Nagel en su libro, recomiendo que se lea el libro de Nagel. De todas formas, voy a intentar resumir de otra manera el argumento sobre la evolución y la razón:
Eliminar- La teoría de la evolución dice que la razón y sus conclusiones se justifican porque son útiles para los seres humanos como especie biológica que evoluciona. Pero no dice nada sobre si dichas conclusiones son verdaderas o falsas.
- Una de las conclusiones de la razón humana es la teoría de la evolución.
- Luego no tenemos motivos para suponer que la teoría de la evolución sea verdadera. Si suponemos que lo es, incurrimos en circularidad.
Es muy triste que aquello que nos hace disfrutar, sentir , sufrir etc es decir la conciencia sea despreciada y erradicada del mundo que la conciencia es una ilusion es muy siniestro entonces todos estamos alucinando .estamos en una sociedad muy oscura por esos planteamientos inhumanos.
ResponderEliminarEn el siglo XIX no se había abierto la célula. Hoy sabemos que la célula tiene mecanismos que evitan que un ser vivo se convierta en algo que no es. Las hipótesis de la evolución son solo eso, hipótesis sin ninguna prueba. El transformismo de especies no existe, es biológicamente imposible a la luz de la genética moderna. Lo que sí es real es la adaptación de las especies al medio, incorrectamente llamada microevolución.
ResponderEliminarQuizá me he explicado mal. Partir de que la teoría de la evolución es cierta, y que eso explica la razón, lleva a un razonamiento circular, como he dicho, y como señala correctamente Nagel. Pero si partimos de que la razón humana puede distinguir lo verdadero de lo falso, al menos parcialmente, y si suponemos que la razón es una componente inmaterial del universo, esto nos llevaría a pensar que la teoría de la evolución sí puede ser verdadera, sin que haya circularidad.
EliminarEl argumento de Nagel, y el de Lewis, y el de Plantinga, y el mío, no tienen por objeto echar abajo la teoría de la evolución, sino el reduccionismo materialista que algunos han tratado de sacar de ella.
https://www.abc.es/ciencia/abci-materia-universo-202009172030_noticia_amp.html que opina sobre esta noticia?
ResponderEliminarEl problema del desequilibrio inicial entre materia y antimateria es antiguo. Se han propuesto numerosas hipótesis para explicarlo, pero ninguna ha resultado totalmente convincente. Esta es una nueva propuesta. ¿Qué quedará de ella dentro de unos años? That's the question.
EliminarLa noticia cuyo enlace ofreció Bruno es de un artículo publicado en ABC por el periodista José Manuel Nieves. Aquí pongo la misma noticia en la revista New Scientist: https://www.newscientist.com/article/2240543-neutrinos-may-explain-why-we-dont-live-in-an-antimatter-universe/
EliminarEntonces esa noticia de jose manuel nieves es erronea o esta incompleta?
ResponderEliminarNo he dicho eso. Lo que ocurre es que, para explicar el desequilibrio entre materia y antimateria, que conocemos desde hace mucho tiempo, se ha recurrido a la violación de la simetría CP, que se demostró hace más de 60 años al estudiar la desintegración de los mesones K. Pero no estaba claro que dicha violación explicara el desequilibrio materia-antimateria. Ahora se suma un nuevo estudio sobre la oscilación de los neutrinos entre sus diversos tipos (que se comprobó hace más de 20 años), que podría demostrar que la violación de la simetría CP sí es suficiente para explicar el desequilibrio materia-antimateria. Pero todo es muy hipotético y necesita ser comprobado, porque podría haber otras explicaciones. Por eso digo que ya veremos lo que pasa en años sucesivos.
EliminarO sea, que es una noticia más de esas que empiezan diciendo: "tal cosa podría ser así, si se comprueba". Una hipótesis nueva siempre es útil, pero hay que comprobarla.
Ok entendido muchas gracias. Por cierto otro tema se han dado casos de gente que les falta zonas importantes de su cerebro y aun asi no tienen cambio de personalidad, eso no podria apollar la idea de que la conciencia no es el cerebro?
ResponderEliminarHay que tener cuidado con ese tipo de afirmaciones. También pueden aducirse casos en que la pérdida de partes del cerebro supone cambios de personalidad. Por otra parte, la personalidad (si somos extrovertidos o extrovertidos, tímidos o arrojados, silenciosos o locuaces, etcétera) no es lo mismo que la consciencia, la sensación de ser la misma persona a pesar de todos los cambios que nos va trayendo la vida. El problema de la consciencia no se resuelve tan fácilmente, ni en uno ni en otro sentido.
EliminarDon Manuel, hay personas que viven con normalidad con solo medio cerebro, como se ve en este artículo. Somos seres espirituales. El cerebro es parte importante, pero no lo explica todo.
Eliminarhttps://elpais.com/elpais/2019/11/19/ciencia/1574179325_069769.html
Lo sé, hablé de ello en este artículo del blog: Cerebro dividido.
EliminarOk pues si eso de la conciencia es un misterio tremento la verdad .
ResponderEliminarhttps://m.youtube.com/watch?v=X0FVtueyUs0&t=1000s le recomiendo las charlas de este doctor es neurocientifico y habla de espiritualidad superarion personal etc y critica el reduccionismo porque desde su punto de vistal espiritual aunque es real que hay reacciones quimicas de neurotransmisores cuando queremos a alguien u otros sentimientos el considera que siendo real eso considera esa explicacion incompleta y que parte de nuestro sufrimiento actual es por la falta de espiritualidad en la sociedad actual
ResponderEliminarGracias.
Eliminaryo tampoco estoy satisfecho con el reduccionismo y mecanicismo por eso leo paginas como la suya y la de ana marquez asi como libros sobre ciencia y espiritualidad etc ambas entrelazadas son salud mental
ResponderEliminarhttps://as.com/diarioas/2020/09/14/actualidad/1600058118_419500.amp.html que opina de esto?
ResponderEliminarAunque esta noticia es reciente (ver este enlace, que tiene más detalles: https://www.sciencenews.org/article/dark-matter-clumps-galaxy-clusters-bend-light-surprisingly-well), este no es el primer indicio de que a las teorías sobre la materia oscura les falta algo. Hace unos años hablé de ello en este blog: Materia oscura o nueva teoría
EliminarOiga una pregunta: donde podria informarme sobre los estados misticos diferencias entre ellos y patologias psiquiatricas
ResponderEliminarNo tengo información respecto a esa cuestión.
EliminarSi me permiten la intromisión, la gente del sector místico se mete bastante en la web GAIA. Mezcla hábilmente la espiritualidad, la ciencia y las técnicas de montage audivisual. Yo no puedo ni verlo.
EliminarProfesor Manuel. Me gustaría que me aclarase mi duda sobre el cimiento de la ciencia evolutiva en la racionalidad, generando la falacia circular. No incurren en la circularidad de la razón namás que la ciencia, o la ciencia evolutiva? Por culpa del uso de la razón en el materialismo.
O la razón provee la circularidad sólo en el caso del reduccionismo materialista, pero no en el resto de visiones/teorias/creencias?
Dicho de otro modo: sólo la razón és falacia cuando la usa el materialismo reduccionista, y verdadera cuando cimienta otras visiones más...¿¿...??
Gracias.
Cada caso concreto hay que estudiarlo por separado. Por supuesto que se puede incurrir en razonamiento circular en muchas otras situaciones, no sólo en el reduccionismo materialista.
EliminarAl margen de que la consciencia pueda ser un fenómeno puramente material y, por tanto, explicable por la ciencia, en conversaciones con personas interesadas en el tema, siempre sale un argumento parecido al de Nagel:
ResponderEliminar"Ninguna de estas propuestas proporciona una defensa contra el escepticismo radical, es decir, contra la posibilidad de que nuestras creencias sobre el mundo sean falsas"
Mi respuesta siempre es la misma: nuestras creencias nos permiten sobrevivir en un Universo asesino. Mi defensa contra los escépticos es sugerir ignorar nuestros conocimientos y desafiar la Ley de la Gravedad, por ejemplo; las consecuencias serían obvias (y desastrosas).
Puede que nuestra consciencia sea el resultado de la presión de la selección natural por sobrevivir o puede que haya algo más. Pero este "algo más" puede ser una ilusión que necesitamos precisamente para seguir vivos. Puede que seamos descendientes de las personas que en el pasado creyeron firmemente que "había algo más" y por tanto, nunca se rindieron. Los que no pensaban así, no nos han transmitido sus genes...
El libro de Nagel ataca precisamente tu propuesta. Te recomiendo que lo leas. Nagel es un filósofo de prestigio. También puedes leer a Plantinga, a quien dediqué un artículo hace algún tiempo: Cuatro ideas de Alvin Plantinga sobre Dios y el materialismo
EliminarEl que diga que la consciencia proviene de la materia tiene que explicar qué combinación de las cuatro fuerzas de la materia es capaz de crear inteligencia.
EliminarLos culpables del mecanicismo reduccionismo actual tienen su origen el galileo newton y descartes porque ellos concideraban real lo material lo cuantificable y decian que el universo era una mecanica de materia muerta y despues de varios siglos y apesar de la relatividad y la fisica cuantica se sigue con el mecanicisto una parte de la ciencia es propensa a sostener ese dogma impuesto a los que no comulgen con el a los cientificos espirituales se les trata de idiotas ilusos pseudocientificos etc se paso de una inquisicion ecleciastica a otra cientifista .
ResponderEliminarLleva usted parte de razón, señor Bruno. Es un fenomeno de corresponsabilidad de muchos pensadores, y nada nuevo por cierto. La batalla se pierde en el tiempo prehistóricio, el mito contra el logos. Se suele olbidar mucho a Compte, uno de los mayores referentes del pensamiento positivo. [Comte, Auguste (1985). Discurso sobre el espíritu positivo. Alianza Editorial. Madrid.]
EliminarNo es sino demasiado fácil hoy observar sin dificultad una manera tal de filosofar, que, preponderante todavía respecto a los fenómenos más complicados, ofrece todos los días, hasta en las teorías más sencillas y menos atrasadas, tantas huellas apreciables de su larga dominación. La eficacia histórica de estas entidades resulta directamente de su carácter equívoco, pues en cada uno de estos entes metafísicos, inherente al cuerpo correspondiente sin confundirse con él, el espíritu puede, a voluntad, según que esté más cerca del estado teológico o del estado positivo, ver, o una verdadera emanación del poder sobrenatural, o una simple denominación abstracta del fenómeno considerado. (Comte, 1985:5)
Compte, como el resto de gente ilustrada, luchaba contra un pensamiento de tipo espiritual, específicamente el religioso.
Leámoslo:
En su primer despliegue, necesariamente teológico, todas nuestras especulaciones muestran espontáneamente una predilección característica por las cuestiones más insolubles, por los temas más radicalmente inaccesibles a toda investigación decisiva. Por un contraste que, en nuestros días, debe parecer al pronto inexplicable, pero que, en el fondo, está en plena armonía con la verdadera situación inicial de nuestra inteligencia, en una época en que el espíritu humano está aún por bajo de los problemas científicos más sencillos, busca ávidamente, y de un modo casi exclusivo, el origen de todas las cosas, las causas esenciales, sea primeras, sea finales, de los diversos fenómenos que le extrañan, y su modo fundamental de producción; en una palabra, los conocimientos absolutos. Esta necesidad primitiva se encuentra satisfecha, naturalmente, tanto como lo exige una situación tal, e incluso, en efecto, tanto como pueda serlo nunca, por nuestra tendencia inicial a transportar a todas partes el tipo humano, asimilando todos los fenómenos, sean cualesquiera, a los que producimos nosotros mismos y que, por esto, empiezan por parecernos bastante conocidos, según la intuición inmediata que los acompaña. Para comprender bien el espíritu, puramente teológico, resultado del desarrollo, cada vez más sistemático, de este estado primordial, no hay que limitarse a considerarlo en su última fase, que se acaba, a nuestra vista, en los pueblos más adelantados, pero que no es, ni con mucho, la más característica: resulta indispensable echar una mirada verdaderamente filosófica sobre el conjunto de su marcha natural, a fin de apreciar su identidad fundamental bajo las tres formas principales que le pertenecen sucesivamente.
La más inmediata y la más pronunciada constituye el fetichismo propiamente dicho, que consiste ante todo en atribuir a todos los cuerpos exteriores una vida esencialmente análoga a la nuestra, pero más enérgica casi siempre, según su acción, más poderosa de ordinario. La adoración de los astros caracteriza el grado más alto de esta primera fase teológica, […] (Comte, 1985)
Por razones de espacio, añado:
EliminarAlguno dirá que Compte mezclaba el agua con el aceite, que hay religiones y religiones. En el fondo todo tiene una misma matriz mental, aunque algunos pensamientos espirituales ser erigen como superiores en cuanto se consolidan en el poder y control mental y social, y se hacen hegemónicos y legitimos, y legitimarios. Al respeto recomiendo el ensayo: Las sectas, un retrato robot, de
En la «construcción social» de la realidad de la que nos hablan Berger y Luckmann (1984) hay unas instituciones legitimadas, es decir, aceptadas mayoritariamente y otras que no. Como se ha dicho tantas veces, todas las iglesias fueron en sus inicios «sectas», esto es, grupos minoritarios cerrados y percibidos como peligrosos por los poderes establecidos. […] Porque, en efecto, algunas sectas, gracias a un progresivo, hábil e interesado acercamiento [Hipòtesis disset: Tot es mou per interès] a las instancias de poder, dejaban de ser juzgadas como elementos de subversión, para pasar a ser sostén de los poderes establecidos.
Junto con el problema de la legitimidad/ilegitimidad estaría el del conflicto social. […], la creación de nuevas formas sagradas provoca conflictos, ya que los símbolos trascendentes se utilizan para organizar y ejemplificar las interacciones cotidianas que constituyen las bases del orden social. […]
Las religiones que «saben cuál es su sitio» tampoco discuten el reparto de funciones básicas –socializadoras, educativas, laborales, económicas, terapéuticas, políticas, religiosas, ideológicas, etc._ entre las grandes instituciones de las sociedades avanzadas como son la familia, las organizaciones educativas, […], las mismas iglesias y, coronándolo todo, el Estado.
El problema surge […] cuando una institución religiosa determinada reclama la gestión de la totalidad de las funciones sociales. Es decir, en el momento en que dicho grupo se arroga la satisfacción de las necesidades materiales, sociales, culturales y espirituales de sus miembros. (Prat, 1997: 32-34)
Prat, J.. (1997). La imagen social de las sectas: un retrato robot. A: Prat, J. (1997). El estigma del extraño. Un ensayo antropológico sobre sectas religiosas. Ariel. Barcelona. ISBN 9788434422179
https://tendencias21.levante-emv.com/la-materia-oscura-ya-esta-mas-clara.html/amp
ResponderEliminarSí, las noticias de este estilo alternan: un día estamos a punto de averiguar qué es la materia oscura, y el día siguiente salen con otra noticia que muestra que cada vez sabemos menos.
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