Argumentos contra la teoría de la evolución

Drosophila melanogaster
The same post in English

A pesar de lo que dije en el último párrafo de mi artículo anterior, todavía quedan personas bien-pensantes (aunque es rarísimo que sean biólogos) que se oponen a la teoría de la evolución, y a veces ofrecen argumentos para defender su modo de pensar. Voy a considerar aquí algunos de esos argumentos, y a responderlos.

Pregunta: No se ha conseguido reproducir la evolución en el laboratorio, ni siquiera al nivel de los microorganismos. Si la teoría de la evolución fuera correcta, ¿no deberíamos haber conseguido ya crear alguna especie nueva en el laboratorio?

La teoría de la evolución ¿es ciencia?

The same post in English

En tres artículos anteriores (este fue el último) he escrito aproximadamente este párrafo:

La teoría científica de la evolución está fuertemente contrastada con datos de otras ciencias, como la embriología, la anatomía comparada, la paleontología, la biogeografía, o la biología molecular (el análisis del ADN).

Como, a pesar de todo, sigue habiendo quien duda del carácter científico de esta teoría, en este artículo voy a desarrollar el párrafo anterior, explicando con un poco más de detalle en qué datos científicos se apoya.

¿Qué dice la teoría de la evolución?

Árbol de la vida

The same post in English

La teoría de la evolución, en su forma actual, afirma que la transformación de las especies (la evolución de la vida) depende de cinco factores:

1.      Variaciones espontáneas del genoma (mutaciones, recombinación genética y otros sucesos que modifican el genoma).

2.      Variaciones espontáneas del medio ambiente. Este factor muchas veces no se tiene en cuenta, pues el medio ambiente suele ser bastante estable, aunque a veces se producen cambios bruscos que pueden tener enormes consecuencias.

3.      La herencia, gracias a la cual las variaciones que se producen como consecuencia del primer factor se transmiten a la descendencia y son sometidas a la acción de la selección natural.

4.      La selección natural, que significa que los individuos cuyo genoma los adapta mejor al medio ambiente dejarán más descendencia (al menos de forma estadística).

5.      Las leyes básicas del universo, que en la actualidad están representadas por la teoría cuántica y la teoría de la relatividad.

¿Somos especistas?

The same post in English

En el capítulo 6 de su libro ¿Qué es la Antropología? (2020), Francisco de Paula Rodríguez Valls escribe:

Especismo humano sería actuar conforme a la lógica de la supervivencia aprovechando en su beneficio todo el poder de sus facultades. El resto de las especies lo haría, por supuesto... El ser humano es el único que puede no [ser especista] haciéndose cargo de la totalidad del planeta bajo la categoría de cuidado. Poniendo su poder al servicio de todo el reino de la vida.

El diccionario de la Real Academia define así la palabra especismo:

1.      Discriminación de los animales por considerarlos especies inferiores.

2.    Creencia según la cual el ser humano es superior al resto de los animales, y por ello puede utilizarlos en beneficio propio.

La convergencia evolutiva

Stephen Jay Gould

The same post in English

Una de las controversias más espectaculares a las que dio origen la biología de finales del siglo XX fue la que mantuvieron dos biólogos famosos: el estadounidense Stephen Jay Gould, y el británico Simon Conway Morris. La controversia comenzó con un libro del primero, publicado en 1989, La vida maravillosa (Wonderful life. The Burgess Shale and the Nature of History), al que contestó Conway Morris en 1997 con otro libro, El crisol de la creación (The Crucible of Creation). Como indica el subtítulo del libro de Gould, ambos biólogos se apoyaron en los descubrimientos de la fauna cámbrica de Burgess Shale (Canadá), a la que hice referencia en otro artículo, y que fue descubierta y estudiada precisamente por Conway Morris.

En su estudio, Stephen Jay Gould se fija especialmente en la diversificación sorprendente y brusca que tuvo lugar hace 550 millones de años y que dejó su huella en la fauna de Burgess Shale para sostener que en la evolución dominan los efectos del azar, por lo que, si rebobináramos la historia de la vida y repitiéramos el proceso evolutivo, los resultados no se parecerían nada a los que tenemos ahora. Como corolario, si existe vida animal en otros mundos, alrededor de otras estrellas, esa vida no se parecerá nada a la terrestre. Y si existe vida inteligente fuera de la Tierra, su aspecto físico no se parecerá nada al nuestro.

El agua y el origen de la vida

The same post in English

Todos los seres vivos, desde los microbios hasta el hombre, viven en el agua o la contienen en su interior. Todas las reacciones químicas que tienen lugar en el interior de las células se llevan a cabo en el agua. 

El agua líquida es un compuesto extraordinario, pues tiene propiedades muy raras. Por ejemplo, es una de las sustancias de mayor calor especifico. Esto significa que cuando se aporta o se roba calor a una masa de agua, la temperatura varía más despacio que en cualquier otro líquido. Esto es importante para los seres vivos, pues el agua actúa como estabilizador del medio ambiente. Además, es el líquido no metálico que tiene más alta conductividad térmica, por lo que las variaciones locales de temperatura se equilibran con gran rapidez. 

La mayor parte de los líquidos se contraen al solidificarse, pero el agua es una excepción. Presenta su densidad máxima a una temperatura de 4°C. La densidad del hielo es más baja, 0,92 veces menor, por lo que el hielo flota sobre el agua. Por eso, cuando la temperatura desciende, el agua se hiela desde arriba hacia abajo, mientras que otros líquidos se solidifican de abajo a arriba. Esto tiene también importantes consecuencias biológicas. En los mares polares y en las aguas dulces de regiones frías, cuando la temperatura desciende por debajo del punto de congelación, la capa de hielo superficial aísla del frío a las aguas que quedan debajo, que no llegan a helarse. Por eso, los seres que habitan en ellas pueden permanecer vivos y activos, a pesar de las rigurosas condiciones ambientales. 

La composición química de la vida en otros mundos

The same post in English

¿Es una casualidad que la vida terrestre esté basada en el carbono, o bien es éste el único elemento capaz de servir de base a la vida? ¿Podría existir, en algún lugar del Universo, un tipo de vida diferente del nuestro, cuya composición química no esté basada en el carbono? ¿Sobre qué átomo o grupo de átomos podría construirse, en teoría, una química de complicación comparable a la química orgánica?

En la Tierra hay 91 elementos químicos diferentes. Otros han sido generados artificialmente en el laboratorio, y se sospecha que pueden producirse en pequeñas cantidades en el interior de una estrella gigante que se transforma en supernova, pero su vida tiene corta duración, pues son muy radiactivos y se desintegran rápidamente, transformándose en elementos más estables. Por tanto, la búsqueda se puede reducir a los 91 elementos naturales. Seleccionaremos entre éstos los que cumplan las dos condiciones siguientes, imprescindibles para poder ser la base química de la vida: 

  1. Que sean capaces de establecer más de dos enlaces covalentes con otros átomos
  2. Que sean estables. Es decir, que tengan al menos un isótopo no radiactivo. 

Indicios científicos y racionales sobre la existencia de Dios

The same post in English

En el artículo anterior mencioné que la ciencia no proporciona pruebas de la existencia de Dios, pero sí indicios. En un libro mío que se publicó en 2013 con el título ¿Es compatible Dios con la ciencia? Evolución y Cosmología presenté una lista de indicios. Aquí voy a resumir algunos de ellos. Los tres primeros son científicos, los demás no.

  1. El universo es un objeto físico. Durante el siglo XIX, algunos filósofos ateos negaron que el universo sea un concepto aplicable a un objeto concreto que existe fuera de nuestra mente. Usualmente se define el universo como el conjunto de todo lo que existe. Según esos filósofos, tal conjunto no existe, pues el concepto de universo es una pura elucubración de la mente humana, que no se corresponde con ningún objeto físico. Por lo tanto, no sería necesario buscarle origen (causa) fuera de nuestra mente. Este argumento cayó por tierra en el siglo XX: la teoría de la relatividad general de Einstein lleva a una ecuación cosmológica que se aplica al universo, lo que implica que el cosmos tiene existencia real, que es un objeto físico.

¿Pruebas científicas de la existencia de Dios?

The same post in English

Dos ingenieros franceses, Michel-Yves Bolloré y Olivier Bonnassies, han publicado un best-seller titulado en su traducción española Dios - La ciencia - Las pruebas: El albor de una revolución, en el que afirman que la ciencia ha demostrado la existencia de Dios. El libro es interesante, porque contiene numerosas anécdotas y citas de científicos, y algunos datos poco conocidos. No obstante, no estoy de acuerdo con su enfoque, que queda claro ya desde el título del libro.

¿Se puede demostrar mediante la ciencia la existencia de Dios? Como he dicho en este blog más de una vez, la respuesta a esta pregunta tiene que ser negativa. El objeto de la ciencia es el estudio del mundo material. Pero Dios no está en el mundo material, no es parte de él. Por lo tanto, no puede ser objeto de estudio por la ciencia. Esto significa que la ciencia jamás conseguirá demostrar la existencia de Dios, como tampoco conseguirá demostrar su inexistencia.

Como expliqué en otro artículo, el Papa Pío XII quizá se vio tentado a pensar que la ciencia había demostrado la creación, aunque se sospecha que Georges Lemaître, descubridor de la ley de Hubble-Lemaître y de la teoría del Big Bang, le disuadió de ello, porque el Papa, en un discurso posterior a la entrevista, dijo esto: la ciencia, aunque progresa a pasos agigantados, jamás estará en condiciones de responder a las preguntas finales, como la del origen de todas las cosas.

Cambios en el Paradigma Científico

Thomas Kuhn

The same post in English

Como señaló Thomas Kuhn, de vez en cuando se producen cambios en el paradigma científico que provocan desviaciones bruscas en la dirección de la investigación. Estos cambios pueden ocurrir en cualquiera de las ciencias. Veamos algunos ejemplos históricos importantes:

La fiebre puerperal fue durante siglos la causa principal de muerte de las mujeres al dar a luz. En 1795, el obstetra escocés Alexander Gordon afirmó que la enfermedad la transmitían los médicos y las comadronas. En 1842 el médico inglés Thomas Watson, conocido por su descripción del pulso aórtico, recomendó que los médicos se lavaran las manos con lejía diluida antes de atender un parto. Y en 1847, el médico austriaco Ignaz Semmelweis aconsejó lo mismo, basándose en datos que demostraban que la incidencia de la fiebre puerperal era mayor en los hospitales que en los partos que tenían lugar en casa, y mayor entre las parturientas atendidas por médicos que por comadronas. Las propuestas de Semmelweis fueron rechazadas violentamente por los médicos contemporáneos, que se sintieron ultrajados por la idea de que se les acusara de ser culpables de las infecciones por no lavarse las manos, hasta el punto de que Semmelweis fue ingresado en un manicomio en el que sólo sobrevivió dos semanas. Se cree que su muerte fue consecuencia de una paliza propinada por los guardias del manicomio, cuando Semmelweis, que tenía 47 años, trató de escapar. Sus propuestas fueron confirmadas por el descubrimiento de la teoría germinal de las enfermedades infecciosas, realizado por Louis Pasteur, según la cual las enfermedades son causadas por microorganismos, y no por miasmas transmitidos por el aire, como antes se creía, lo que provocó un cambio brusco en el paradigma científico aplicado a la medicina.