El dilema entre determinismo y libertad

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En una de mis novelas de misterio (El zahir de Quetzalcoatl) el protagonista debe resolver tres enigmas, como en los cuentos de hadas clásicos. El tercer enigma está formado por tres afirmaciones, de las que se sabe que no pueden ser todas verdaderas ni todas falsas. Este enigma constituye lo que podríamos llamar un trilema.
C.S.Lewis
Un trilema famoso fue formulado por C.S.Lewis para justificar la divinidad de Cristo. Partiendo de la base de que Cristo afirmó su propia divinidad, Lewis planteó las siguientes alternativas: O bien Cristo estaba loco, o mentía, o es verdad que era Dios. De estas tres afirmaciones, sólo una puede ser verdadera, pues cada una excluye a las otras dos.
Ante la cuestión de la libertad humana, cuya realidad es negada por la filosofía determinista, Brigitte Falkenburg propone otro trilema algo diferente, pues en este caso dos cualesquiera de las tres alternativas pueden ser verdaderas, pero entonces la tercera tiene que ser falsa. El trilema es este:

  1. La causalidad física es cerrada. En otras palabras: la física es determinista. Todo fenómeno físico ha sido causado por otros fenómenos físicos.
  2. Los fenómenos mentales son distintos de los físicos. O sea, la mente no está controlada por la física. En otro artículo hablamos de las cuatro respuestas diferentes que ha dado la filosofía al problema de la mente. Esta podría ser la postura dualista, o quizá la monista emergentista.
  3. Podemos causar fenómenos físicos con la mente. Es decir, la causalidad final es posible. Nuestras intenciones (fenómenos mentales) pueden tener consecuencias físicas (como apretar un botón).
Pensando un poco en estas tres alternativas, se ve en seguida que las tres no pueden ser verdaderas a la vez:
  • Si 1 y 2 son verdaderas, 3 tiene que ser falsa, pues al ser los fenómenos mentales distintos de los físicos, y si sólo los fenómenos físicos pueden causar fenómenos físicos (la causalidad física es cerrada), se sigue que la mente no puede causar fenómenos físicos.
  • Si 1 y 3 son verdaderas, 2 tiene que ser falsa, pues si la mente es capaz de causar fenómenos físicos, y sólo los fenómenos físicos pueden hacer tal cosa, se sigue que la mente tiene que ser un fenómeno físico, luego la afirmación 2 es falsa.
  • Si 2 y 3 son verdaderas, 1 tiene que ser falsa, pues si la mente no es un fenómeno físico y es capaz de producir efectos físicos, se sigue que no sólo los fenómenos físicos pueden producir esos efectos, o sea, que la causalidad física no es cerrada.
En conclusión: al menos una de las tres afirmaciones del trilema tiene que ser falsa. ¿Cuál?
  • Si 2 y 3 son verdaderas y 1 es falsa, los seres humanos somos libres, pues la libertad consiste en ser capaces de tomar decisiones sobre nuestra actuación futura, decisiones que surjan de una deliberación mental que no puede estar totalmente determinada por nuestros estados cerebrales previos.
  • En cambio, si 1 es verdadera, los seres humanos no seríamos libres, pues nuestras decisiones estarían totalmente determinadas por nuestro estado cerebral previo.
Las afirmaciones 2 y 3 han sido parte del consenso común de la humanidad a lo largo de la historia del pensamiento. Sólo se han puesto en duda a partir del siglo XVII, cuando comenzó a extenderse la filosofía materialista.
Ilya Prigogine
A lo largo del siglo XX, la afirmación 1 ha pasado a ser muy discutible. Descubrimientos como el principio de incertidumbre (que permite que existan fenómenos sin causa, siempre que estén por debajo de los límites establecidos por dicho principio), o la termodinámica de procesos alejados del equilibrio (Ilya Prigogine), como los sistemas disipativos descritos por diagramas de bifurcación en los que el camino tomado por el sistema no es predecible, junto con el hecho de que los sistemas biológicos (incluido el cerebro humano) son sistemas de este tipo, hacen que la afirmación 1 sea hoy día mucho menos razonable de lo que parecía en el siglo XIX.
Por eso podemos decir que el dilema entre determinismo y libertad, que empezó hace más de trescientos años entre Descartes y Hobbes y ha continuado hasta hoy, parece inclinarse en la actualidad hacia el lado de la libertad.
Y, sin embargo, muchos neurocientíficos y divulgadores hablan como si el problema estuviera ya resuelto a favor del determinismo. Observen, por ejemplo, estas palabras de Francisco Rubia:
¿Es la voluntad libre... también una ilusión? Pues precisamente eso es lo que sostiene la neurociencia, que esa concepción de la libertad no es compatible con el determinismo, con las leyes deterministas que gobiernan el universo... Los físicos nos dicen que todo el universo está sometido a las leyes deterministas de la naturaleza, de manera que sería extraño que el ser humano, su cerebro/mente no lo estuviese. (El fantasma de la libertad, 2011).
Ante esta exhibición de dogmatismo (como dice Soler Gil, parece que algunos neurocientíficos han estudiado física en manuales del siglo XIX), podemos plantear un nuevo dilema: ¿De verdad no saben nada de física moderna? ¿O es que la rechazan o afectan ignorarla porque va en contra de su ideología determinista?
Para terminar, planteo a los filósofos materialistas una pregunta que ya les hice en otro artículo de este blog (adaptada de Sheldrake 2013):
 El materialismo afirma que no somos libres, que somos máquinas programadas, que siempre que actuamos o pensamos, no tenemos otra opción que hacer o pensar precisamente lo que hemos hecho o pensado¿Es usted materialista porque lo ha meditado bien y ha encontrado razones para adoptar esa postura, o porque está programado para adoptarla?

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Manuel Alfonseca

11 comentarios:

  1. Queda una vez más de manifiesto la irracionalidad de lo que pretenden negar la libertad humana en nombre de la ciencia (y de la razón). Su postura deriva de una fuerte carga emocional que encarrila su pensamiento y no les deja ver sus propias contradicciones.

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  2. Lo primero que deseo hacer es felicitar al señor Alfonseca por su excelente disertación a cerca del determinismo, y la libertad. Es curioso, que el señor Alfonseca cite el trilemma que Lewis utilizó magnificamente en su maravillosa novela "El león, la bruja, y el armario", porque recientemente estuvimos hablando de la fascinación de Lewis por Platón y la escuela de Chartres. Llego a decir que Aristóteles era el filósofo de los católicos, y que la ruina de la escuela de Chartres y el encauzamiento de Aristóteles es verdad que previnó el panteísmo, pero que podía llevar al deísmo.
    Pero esto no es el punto de la discusión no pudo científicamente aportar nada a lo que brillantemente él ha expuesto. Si hablar desde el punto de vista literario es curioso que el tema de como sería un mundo en el que no existiese el libre albedrío se expusó en dos brillantes novelas. Una la ha leído el señor Alfonseca "Un caso de conciencia" es verdad que parte de un error de bulto poner al mismo nivel a Dios y al demonio, cayendo en el maniqueísmo, y también es muy discutible, que el Diablo pueda crear. Pero es curioso si el demonio pudiese crear no crearía un mundo caótico, violento y salvaje. Sería más refinado crearía un mundo aparentemente perfecto, en el que las criaturas practicamente son automatas todo está predeterminado. Es como un mecanismo de relojería. Es curioso porque pasa algo parecido en la utopía de Robert Hugh Benson "Alba triunfante" dónde la Iglesia derrota al secularismo, y termina absorbiendo a las comunidades protestantes. En Inglaterra consiguen la devolución de los monasterios en resumen la Iglesia ejerce un control benigno del mundo (es interesante leer esta obra como una ucronía, algo que hubiera podido pasar, una realidad alternativa). El único enemigo, que tiene la Iglesia Católica es el socialismo, que al final queda confinado en una colonia en Estados Unidos, y es muy similar al planeta Litia. Todo parece perfecto, y está todo regulado, pero no se es feliz porque todo está regulado hasta el último detalle. Se dice que cuando el demonio antes de la crucifixión tentó a Jesucristo le mostró todas las maldades que el hombre iba a hacer en el futuro, sobre todo en su nombre. Le propusó que lo evitará no muriendo en la cruz y creando un mundo perfecto en el que todo fuera perfecto. Cristo lo rechazó porque quiere que el hombre le ame por sí mismo tomando sus propias decesiones con sus aciertos y sus errores. Podría haber evitado Dios el pecado original, pero no lo hizó para que el hombre pudiera llegar a su destino por si mismo, y porque cometiendo errores uno se hace más fuerte y más sabio. Respecto al determinismo científico casi siempre de corte darwinista-radical Chesterton dejó una respuesta estupenda en el relato "El sino de los Darnaway" el penúltimo caso de la incredulidad del Padre Brown. Uno de los personajes el Dr. Barnet un darwinista radical decía que el sino de la familia Darnaway era suicidarse creía en el predeterminismo por necesidad científica. El Padre Brown desmonta la teoría de la maldición propuesta por Martin Wood, y la teoría del suicidio por necesidad científica (la familia Darnaway era noble y se casaban entre parientes según Barnet esto les llevaría a la locura y el suicidio). Brown dice que desprecia tanto la superstición fantástica, como la superstición científica, porque esto hace del hombre un esclavo, y que el crimen es un asesinato, que es un acto de libertad que Dios permite al hombre.

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  3. (conclusión de la parte anterior).
    Para terminar quiero compartir estos links de Wikipedia sobre el trilemma (está en inglés) https://en.wikipedia.org/wiki/Lewis%27s_trilemma , que muestra de dónde saco Lewis su inspiración, y las personas en las que influyó. De todos esos el más famoso fue Peter Kreeft quien junto a Ronald Tacelli S.J. convirtió el trilema en un tetralema si Cristo no miente, ni está loco, y tampoco es una leyenda entonces este es Dios (ojala algún día se traduzcan al español las obras de Peter Kreeft, y del filósofo Ralph McInerny). Lo último que me queda por hacer es felicitar al autor y recomendar su maravillosa tetralogía de los sabuesos de la transición especialmente "El zahir de quetzalcoatl", que al igual que el autor es de las cuatro mi novela favorita. El señor Alfonseca también hace un brillante uso del trilema en su novela "Mano escondida" :-).

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  4. ¡Bravo! :-) Muchas gracias por esta portentosa demostración de lucidez, Manuel. Un abrazo!

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  5. Maravilloso! Mañana lo leo más tranquilamente, pues el texto es bastante potente, jeje. Muchas gracias, Manuel!

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  6. Magnífico artículo sobre un tema capital. Se lo he pasado a un amigo neurólogo (materialista) con el que estuve discutiendo hace poco.

    PD: lo he soñado o la entrada anterior a ésta versaba sobre el tiempo A y el tiempo B?

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    1. No lo ha soñado. Estaba preparando la entrada del día 25, cometí un error, y por un momento fue publicada. Me di cuenta en seguida, deshice la publicación y la programé para el 25, pero entre tanto los que están suscritos habían recibido ya el aviso. Lo siento. Intentaré que no vuelva a suceder...

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    2. Jeje, no pasa nada. El tema del tiempo me resulta siempre de lo más interesante. Sólo tengo que esperar un poco más de "tiempo"...

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  7. Hola Manuel. Soy bastante lerdo para esto la probabilística semántica, jeje. Verás es que no entiendo como la 1 y la 2, ó la 1 y la 3 pueden ser verdaderas a la vez; no se anulan? como yo lo entiendo, solo la 2 y la 3 pueden ser verdaderas, anulando la 1, pero seguro q no entiendo algo. Lo que yo interpreto es que la 2 y la 3 son consecuentes, pero la 1 es incompatible con las otras dos , ¿no? ¿Podrías ayudarme?

    Muchas gracias.

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    1. Las tres afirmaciones son independientes entre sí, pero no pueden ser verdaderas las tres a la vez. Por ejemplo, la primera dice que sólo existen causas físicas, que lo que no es físico no puede causar nada. Pero eso no implica que no exista algo que no sea físico, aunque los materialistas usualmente lo suponen también. Podría ser que hubiera entes no físicos, pero entonces, según el punto 1 (que suponemos verdadero) esos entes no podrían causar nada. Por eso el punto 3 sería falso.

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  8. El monismo emergentista espiritualista, es una trilogía, que a mi parecer y bien entendida, resuelve el trilema (Divinidad Única - Espiritualidad y Materialidad-Corporeidad múltiples y/o plurales. Para comenzar habría que decir que la trilogía es una simplificación de la multidimensionalidad (que es la forma más probable de existencia). Pero que todo surja de Uno, no significa que las partes emergentes sean totalmente iguales y cumplan las mismas leyes que el original y causal de todo lo demás. Hay asimetría o jerarquía descendente y lo antecedente sigue determinando y restringiendo a lo consecuente, pero aunque exista interconexión (entre ellos), no todos los niveles de lo que yo llamo Híperrealidad) cumplen las mismas leyes particulares.

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