Modas y falacias en nombre de la ciencia

Martin Gardner
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Como señalé en un artículo anterior, Martin Gardner publicó en 1952 un libro con el mismo título que este artículo: Fad and fallacies in the name of science. La edición que yo tengo es de 1957, y contiene un apéndice de puesta al día y un capítulo nuevo, lo que hace un total de 26 capítulos. Cada capítulo hace referencia a uno o más casos de seudociencia. El libro lleva el siguiente subtítulo:

Estudio sobre la credulidad humana

Estoy convencido de que más de uno de mis lectores se indignará ante al menos una de las seudociencias seleccionadas por Gardner, porque no la considerará seudociencia. Como cualquier actividad humana, también esta (la crítica de las seudociencias) es discutible. Aquí no voy a dar mi opinión al respecto. Me limitaré a resumir cuáles son esas seudociencias, aunque no las mencionaré todas, porque algunas han perdido vigencia y ya no resultan interesantes. Tampoco mencionaré las que han ido surgiendo después de la publicación del libro de Gardner, aunque a alguna de estas le dedicaré otro artículo.

Esta es la lista (incompleta) de las seudociencias de Gardner (la clasificación es mía):

  1. Seudociencias geográficas
    : La teoría de la Tierra plana. Las teorías de la Tierra hueca. A la segunda le dediqué dos artídulos: este y este.
  2. Seudociencias astronómicas: La teoría catastrofista de Velikovsky, a la que dediqué el artículo anterior mencionado. La teoría de las Lunas de Hörbiger. Los platillos volantes (el origen extraterrestre de los OVNIs).
  3. Seudociencias físicas: Teorías contra Newton y contra Einstein. De estas últimas hay muchas. Yo he leído alguna. Los autores no suelen tener mucha idea de la teoría de la Relatividad. En vez de estudiarla en serio, creen que lo saben todo porque han leído algún libro de divulgación. Una versión tecnológica de este tipo de teorías trata de eliminar la acción de la gravedad, uno de los temas clásicos de la ciencia-ficción desde Los primeros hombres en la Luna de H.G. Wells.
  4. Seudociencias geológicas: Casi todas se originan en sectas fundamentalistas protestantes que sostienen que los seis días de la Creación y la cronología del libro del Génesis es una realidad literal. Una de estas teorías sostiene que Dios creó el mundo en la forma en que lo describe el Génesis, pero con la apariencia de haber durado muchos miles de millones de años. Es una versión de la teoría que afirma que hace cinco minutos Dios creó el mundo y a cada uno de nosotros, ya de adultos, con memorias ficticias de nuestro pasado. Como se sabe, esta teoría es irrefutable (y por tanto no es científica).
  5. Seudociencias biológicas: Aquí podemos clasificar las teorías anti-darwinistas de Lysenko, que llegaron a ser dominantes en la URSS de Josef Stalin, y las teorías modernas que defienden la generación espontánea de seres vivos (usualmente microorganismos), a pesar de que Louis Pasteur demostró que en las condiciones actuales es imposible.
  6. Groucho Marx
    Seudociencias médicas: Abundan más que en ninguna otra ciencia. Entre otras muchas, Gardner describe la homeopatía, la naturopatía, la iridiagnosis (diagnóstico por el iris), la osteopatía, la quiropráctica, la visión sin gafas, el vegetarianismo, la agricultura orgánica, y los defensores de diversos medicamentos panacea, que curarían casi todas las enfermedades (incluido el cáncer). A este respecto, Gardner cita una entrevista que Groucho Marx hizo a Dudley J. LeBlanc, senador del estado de Louisiana e inventor del Hadacol. Marx le preguntó: ¿Para qué sirve el Hadacol? Esta fue la respuesta del senador: Para que yo ganara cinco millones y medio el año pasado.

  7. Seudociencias psiquiátricas: Entre estas destacan la orgonomía (que relaciona todos los problemas mentales con el orgasmo), la dianética, la semántica general del conde polaco Korzybski y el psicodrama. La dianética es un procedimiento de curación mental creado por Ron Hubbard, escritor de ciencia-ficción, que caracterizó así su propio invento: La creación de la dianética es un hito para el Hombre comparable con el descubrimiento del fuego y superior al de la rueda y el arco. Los escritores de ciencia-ficción y sus lectores parecen bastante propensos a aceptar este tipo de seudociencias, quizá influidos por su propia actividad en el género. Además de Hubbard, John Campbell Jr. y A.E. van Vogt fueron forofos de alguna de estas seudociencias médicas y psiquiátricas.
  8. Seudociencias antropológicas: Gardner cita las teorías sobre la superioridad racial de los arios dominante en la Alemania de Hitler, la frenología, la grafología, la percepción extrasensorial, la psicocinética, el espiritismo y la reencarnación.
  9. Seudociencias históricas: Las que defienden la existencia real de la Atlántida, Lemuria, y las relacionadas con la Gran Pirámide.

No está mal, ¿verdad? Ahora, que cada lector critique la selección de seudociencias que ha hecho Martin Gardner.

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Manuel Alfonseca

Este artículo se publicó en La Nueva Razón el 31/3/2023

3 comentarios:

  1. Me lanzo, porque me parece que es una conversación interesante para aclarar qué entendemos por ciencia, que seguramente no debe entenderse de forma unívoca.

    Me ha sorprendido, hasta cierto punto, encontrar la osteopatía y la grafología. Pienso que, incluso si no alcanzan el estatus de ciencia rigurosa, están muy por encima de las otras citadas. Esperaba encontrar el psicoanálisis (al que creo que creo que Popper le tenía especial inquina).

    El geocentrismo no está en la lista de Gardner, y es correcto que no esté, pero podría haber estado si la lista la hubiera elaborado alguien menos sensato. Hoy día no puede sostenerse con argumentos científicos, sino solo por cierto fanatismo, pero en otras épocas de la historia, con conocimientos científicos limitados, fue una concepción del universo bastante aceptable, ya que respondía a las evidencias más inmediatas. Tal vez las teorías antiguas de la generación espontánea podrían merecer igual consideración. Como bien dices, después de Pasteur son insostenibles, pero antes podrían tenerse por razonables (más o menos como la teoría del flogisto).

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    1. Respecto al geocentrismo y la teoría del flogisto dije algo parecido en un artículo anterior: ¿Ciencia o seudociencia?

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  2. Bruno pregunta qué opino del "proyecto 2045". Que ni siquiera llega al nivel de seudociencia. Que es, simplemente, una fantasía sin base científica. Hablé de eso en otro artículo: Descarga de la consciencia.

    He hablado en varios artículos de las predicciones a corto y largo plazo. Visto el porcentaje de aciertos de la mayor parte (menos del 10%), yo no haría mucho caso a las predicciones que vayan saliendo.

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